Descubriendo Alsacia en Navidad
Hola viajero, en esta ocasión vamos a hablar de un destino de cuento. Visitar Alsacia en Navidad es como entrar en una postal animada: pueblos de entramado de madera engalanados con guirnaldas y luces, plazas que humean con olores a vino caliente y especias, y mercados donde artesanos, pasteleros y enólogos montan sus puestos como en un teatro. Aquí tienes una narración práctica y evocadora de qué ver, qué no perderte en los mercadillos y cómo vivir la experiencia navideña alsaciana al máximo.
Si tienes pensado visitar este destino de cuento en otra época del año no dejes de leer nuestra guía completa de Alsacia donde hablamos de información práctica con recomendaciones de alojamiento, gastronomía…
Cómo llegar a Alsacia
Alsacia está muy bien comunicada gracias a su ubicación estratégica en el corazón de Europa.
- Avión: para llegar en avión hay tres aeropuertos a los que puedes llegar. Te recomendamos que para elegir a cuál llegar mires los precios de los vuelos, disponibilidad de horarios o días de salida y el precio de alquiler de coche en caso de que quieras alquilar, ya que el vuelo puede salir mejor de precio pero luego el alquiler subirte mucho el presupuesto final. Tienes tres opciones:
- Aeropuerto de Estrasburgo (SXB): el más cerca ya que llega directamente a la región pero no tiene muy buenas conexiones.
- Aeropuerto EuroAirport de Basilea-Mulhouse-Friburgo: está relativamente cerca de los pueblos de Alsacia y tiene bastantes conexiones lo que lo convierten en muy buena opción.
- Aeropuerto de Karlsruhe-Baden-Baden (Alemania), cerca de la frontera. El más alejado de los pueblos pero relativamente cerca de Estrasburgo.
- Tren:
- Trenes de alta velocidad (TGV) desde París a Estrasburgo en menos de 2 horas.
- Conexiones desde ciudades como Frankfurt, Basilea o Zúrich.
¿Por qué es especial visitar Alsacia en navidad?
Alsacia fue una de las regiones europeas que popularizó lo que hoy entendemos por mercado de Navidad. Mesas de madera, adornos tradicionales, belenes artesanales y canciones navideñas crean una atmósfera íntima y profundamente local. A diferencia de los mercadillos multitudinarios puramente comerciales, muchos espacios alsacianos combinan tradición religiosa, folclore regional y la hospitalidad de las winstubs (tabernas locales), así que no es raro pasar de una plaza donde suena un coro a un sótano donde te ofrecen un trozo de foie gras y un vaso de vin chaud.
Dónde alojarse en Alsacia en navidad
Elegir base es tan importante como planear el itinerario: ¿prefieres comodidad y transporte o encanto y calma? Aquí tienes opciones pensadas por tipo de viajero.
Base en Estrasburgo — para quienes buscan vida urbana y conexión
Por qué elegirla: es la capital regional y ofrece el mayor número de mercados, eventos culturales y la red de trenes para escapadas de día.
Ideal si: te gusta tener restaurantes, tiendas y transporte a mano, o si llegarás en avión por SXB.
Qué buscar: alojamiento en el centro histórico (Petite France o alrededor de la Catedral) para estar a pie de mercado y con encanto; hoteles con buena insonorización (las plazas pueden animarse hasta tarde).
Ventajas: máxima oferta cultural y gastronómica, buen acceso a excursiones de un día.
Inconveniente: precios y multitudes más altos en Navidad.
Base en Colmar — romanticismo y mercados a tamaño humano
Por qué elegirla: Colmar concentra varios mercadillos pequeños y paseos muy fotogénicos; perfecto para un viaje en pareja o para quien prioriza estética y tranquilidad relativa.
Ideal si: quieres pasear mucho a pie entre canales y plazas iluminadas.
Qué buscar: alojamiento en el centro histórico (cerca de Petite Venise), idealmente un hotel boutique o una casa tradicional transformada en hotel.
Ventajas: ambiente menos masificado que Estrasburgo pero igual de pintoresco.
Inconveniente: menos conexiones de tren que Estrasburgo; para excursiones lejanas quizá necesites vehículo.
Alojarse en un pueblo vinícola (Riquewihr, Kaysersberg, Eguisheim) — para inmersión total
Por qué elegirlo: vivir la Navidad desde la tranquilidad de una plaza local, con la posibilidad de salir a pie a mercados íntimos y volver a un alojamiento con chimenea.
Ideal si: buscas atmósfera tradicional y quieres evitar el ruido de la ciudad.
Qué buscar: chambres d’hôtes (casas rurales con desayuno), gîtes o pequeños hoteles familiares dentro del pueblo. Algunas antiguas casas de bodegas ofrecen estancias con encanto.
Ventajas: experiencia auténtica, acceso inmediato a rutas de vinos.
Inconveniente: menos oferta gastronómica por la noche y posiblemente menos transporte público.
Alojamiento en Mulhouse o en bases menos turísticas — para combinar museos y calma
Por qué elegirlo: Mulhouse tiene un perfil más urbano-industrial con grandes museos; buena alternativa si buscas precios algo más económicos o si llegas por EuroAirport.
Ideal si: quieres combinar la visita a museos (automóvil, tren) con escapadas navideñas.
Qué buscar: buenos hoteles con parking y acceso a transporte a Colmar/Estrasburgo.
Ventajas: precios más competitivos; menos congestión turística.
Inconveniente: distancia hasta los mercadillos más famosos.
Mini itinerario según tu alojamiento
- Si duermes en Estrasburgo: mañana en mercado central; tarde en Colmar (tren directo); noche vuelta a Estrasburgo para cena festiva.
- Si duermes en Colmar: mañana paseo por mercados de Colmar; tarde excursión a Riquewihr y Kaysersberg; noche tranquila en una winstub.
- Si duermes en Riquewihr/Eguisheim: día dedicado a pueblos y bodegas; excursión corta a Colmar para museo y mercado.
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Qué ver en los mercadillos y cómo disfrutarlos
Estrasburgo — “La Capital de la Navidad”
Estrasburgo es legendaria. Su mercado central, el Christkindelsmärik, se instala alrededor de la Catedral y en la plaza Broglie; las calles del casco antiguo (la Petite France) se iluminan hasta altas horas y hay múltiples mercados temáticos: artesanal, infantil, gourmet. No te pierdas:
- La catedral gótica iluminada como telón de fondo.
- Las ventanas y escaparates del centro histórico cubiertos de luces y belenes.
- Puntos de vin chaud (vino caliente) con mezcla de canela, clavo y cítricos.
- Las casetas donde venden adornos de madera y vidrio soplado, perfectos como recuerdos.
Consejo: pasea al atardecer, cuando las luces generan reflejos en los canales; si quieres fotos sin demasiada gente, madruga—las primeras horas de la mañana son más tranquilas.
Colmar — pueblo encendido de romanticismo
Colmar es como un conjunto de escenas: el barrio de la Petite Venise con sus canales, las fachadas pintadas y múltiples mini-mercados repartidos por el casco antiguo. Cada plaza parece tener su propio tema (artesanía, dulces, belenes). En Colmar, la iluminación es especialmente cuidada y las calles peatonales invitan a detenerse en pastelerías para probar bredeles (galletas navideñas) y kougelhopf.
No te pierdas: pasear en silencio por la orilla del canal y entrar en una winstub para calentarte con una sopa o un estofado.
Riquewihr, Kaysersberg, Eguisheim — los pueblos de cuento
Estos pequeños pueblos vinícolas se transforman en escenas de cuento: luces en arcos sobre las calles, coronas en puertas, y mercados más íntimos donde los artesanos locales venden cerámica, juguetes de madera y conservas caseras. La experiencia aquí es más pausada: compra una cesta de productos locales, haz una cata en una bodega familiar y siéntate en una terraza con un chocolate caliente.
Consejo: combina la visita a varios pueblos en una tarde con una ruta por los viñedos — el contraste entre el silencio del paisaje invernal y las plazas bulliciosas es precioso.
Mercadillos menos conocidos pero encantadores
- Ribeauvillé y Obernai: mercados con un perfil más tradicional y menos masificación.
- Mulhouse: mercados con un componente más urbano y eventos especiales (ideal si te interesan museos técnicos además de la Navidad).
- Pequeños municipios: muchos aldeanos montan mercados de fin de semana con productos caseros — busca los letreros locales o pregunta en la oficina de turismo.

Experiencias y actividades típicas
- Vin chaud y gastronomía callejera: prueba el vino caliente especiado, los bredele, castañas asadas y crêpes.
- Belenes y pesebres vivientes: en varias iglesias y plazas se montan belenes artísticos; algunas localidades organizan representaciones vivientes.
- Conciertos de villancicos y coros: iglesias y centros culturales programan conciertos; consulta la agenda local (música coral tradicional alsaciana es muy emotiva).
- Talleres artesanales: desde hacer adornos de madera hasta aprender a preparar bredeles en una pastelería local.
- Visita nocturna iluminada: algunos municipios organizan visitas guiadas nocturnas que cuentan historias y leyendas navideñas de la región.
- Fotografía y paseos en carruajes: en pueblos turísticos a veces hay paseos en carruajes tirados por caballos — perfecto para fotos.
Consejos prácticos
- Fechas típicas: la temporada suele arrancar a finales de noviembre y durar hasta justo después de Navidad; algunas localidades abren también hasta Año Nuevo. Las fechas exactas cambian cada año.
- Multitudes: Estrasburgo y Colmar son los más concurridos; fines de semana y el período justo antes de Navidad son especialmente llenos. Visitar entre semana o temprano por la mañana reduce las largas colas.
- Horario de apertura/cierre: los puestos suelen cerrar más temprano en días de semana y ampliar horarios los fines de semana; el 24 de diciembre muchos cierran temprano y el 25 algunos comercios permanecen cerrados.
- Transporte: el coche da libertad para visitar múltiples pueblos, pero en temporada alta aparcar puede ser difícil. El tren conecta ciudades principales; desde Colmar y Estrasburgo salen buses locales y excursiones.
- Pago: lleva algo de efectivo (algunos puestos pequeños no aceptan tarjeta).
- Ropa: abrigo térmico, calzado impermeable y guantes son imprescindibles; capas, gorro y bufanda.
- Reservas: alojamiento y restaurantes se llenan pronto — reserva con antelación, sobre todo si viajas en fines de semana o con un plan gastronómico concreto.
Últimos consejos para visitar Alsacia en navidad
- Planea con antelación y reserva lo esencial (alojamiento, cenas especiales, visitas a bodegas) porque la región es muy popular.
- Lleva efectivo y ropa para el frío.
- Alterna días “de mercado” con jornadas de interior (museos, bodegas, iglesia) para descansar.
- Respeta las costumbres locales: muchos locales cierran el 25 de diciembre; averigua horarios con antelación.
- Disfruta de la comida: la experiencia gastronómica es parte del encanto navideño alsaciano.

