Comenzamos el día 2 visitando la ciudad de Blois y aparcamos en el parking gratuito (Parking de la Creusille) ubicado al otro lado del río desde donde se pueden apreciar una de las mejores postales de la ciudad.
Empezamos nuestra ruta en el Castillo de Blois donde han vivido siete reyes y diez reinas de Francia. Al igual que el castillo de Chambord uno de sus atractivos principales es la escalera, en este caso de caracol. El precio del castillo es de 12€.
Desde ahí nos dirigimos la Mansión de la Magia que es un museo dedicado enteramente a la magia además de un taller de ilusionismo. Nosotras no entramos pero lo vimos por fuera y el edificio es bastante curioso. El precio de la entrada es de 11€.
Seguimos caminando por Blois viendo su catedral, ayuntamiento y sus calles hasta regresar al coche para poner rumbo a Amboise, una ciudad medieval. De camino nos paramos a ver por fuera el Castillo de Chaumont.
Ya en Amboise dejamos el coche aparcado al lado del castillo y almorzamos en una cafetería llamada Café des Arts donde probamos el famoso Croque Mandame, un plato típico que consiste en una especia de sándwich de jamón, queso y huevo. La cafetería es muy agradable y la comida estaba rica y a buen precio así que es súper recomendable.
Después de comer nos dirigimos al Castillo de Amboise y lo visitamos por fuera. En este castillo tampoco entramos ya que los de Chambord y Chenonceau si tienen bastante que ver pero este junto con el de Blois son más pequeños. De todas formas si quieres entrar el precio es de 13,50€.
Desde ahí nos fuimos hacia la tumba de Leonardo Da Vinci que es otro de los imprescindibles de la ciudad y seguimos nuestra ruta callejeando por el centro medieval y pasando por la famosa Torre del Reloj.